12 de septiembre de 2012

Santoral Católico 12 Septiembre

  • El Dulce Nombre de María
  • San Sacerdos, Obispo y Confesor
  • San Guy, Guido o Guidón de Anderlecht, Sacristán
  • San Curonoto de Cogni, Obispo y Mártir
  • Beata Victoria Fornari Strata, Fundadora
  • Beato Juvenco, Presbítero
  • Beato Tomás del Espíritu Santo, Mártir 

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes. 
R. Deo Gratias.


EL DULCE NOMBRE
DE MARÍA

El Señor ha hecho vuestro nombre

tan glorioso, que no se caerá
de la boca de los hombres.
(Jdt. 13, 25)

Los elogios más sublimes corresponden a María, a la cual todas las generaciones llaman bienaventurada, y Aquel que "hizo en Ella cosas grandes y cuyo nombre es santo" quiso darle íntima participación de esa misma santidad para consuelo y gozo de quienes invocaren su dulce nombre. Nombre que ha de ser loado, en todo el mundo, porque infunde valor y fortaleza. Bien lo aprendieron los indios mejicanos de boca de los pobres soldados españoles cautivos, que subían al pavoroso teocalli invocando: "'Ay, Santa María!" y con este nombre en los labios expiraban.

España fue la primera en solicitar y obtener de la Santa Sede autorización para celebrar la fiesta del Dulce Nombre. Y esto acaeció en el año 1513. Pero fue el Papa Inocencio XI quien decretó, el 25 de noviembre de 1683, que toda la Iglesia celebrara solemnemente la fiesta de este nombre excelso, para perpetuar la victoria que los austriacos y polacos, mandados por Juan Sobieski, consiguieron de los turcos ese año en Viena.

El dulce nombre de María, para los que luchamos en el campo de la vida, es lema, escudo y presagio. Lo afirma uno de sus devotos, San Antonio de Padua, con esta comparación: "Así como antiguamente, según cuenta el libro de los Números, señaló Dios tres ciudades de refugio, a las cuales pudiera acogerse todo aquel que cometiese un homicidio involuntario, así ahora la misericordia divina provee de un refugio seguro incluso para los homicidas voluntarios: el nombre de María. Torre fortísima es el nombre de Nuestra Señora. El pecador se refugiará en ella y se salvará. Es nombre dulce, nombre que conforta, nombre de consoladora esperanza, nombre tesoro del alma. Nombre amable a los ángeles, terrible a los demonios, saludable a los pecadores y suave a los justos"

Que el sabroso nombre de nuestra Madre, unido al de Jesús, selle nuestros labios en el instante supremo y ambos sean la contraseña que nos abra de par en par las puertas de la gloria.

8 de septiembre de 2012

Santoral 8 de Septiembre

  • Natividad de la Santísima Virgen María
  • Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba
  • Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela
  • Nuestra Señora de Covadonga, Patrona de Asturias (España)
  • Nuestra Señora de la Peña de Francia
  • San Sergio I, Papa
  • Santos Adrián y Compañeros, Mártires
  • Santa Natalia, Viuda
  • Santa Ricarda, Viuda
  • Beato Alano de la Roche, Fraile Dominico
  • San Corbiniano, Obispo
  • Santos Eusebio, Nestabo, Zenón y Néstor, Mártires
  • San Disibodo, Obispo y Confesor 


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



NATIVIDAD DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


Bienaventurado el seno que llevó a Jesús,
y los pechos que lo alimentaron
(Lucas, 11, 27)
Esta fiesta mariana tiene su origen en la dedicación de una iglesia en Jerusalén, pues la piedad cristiana siempre ha venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de Jesús. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo profundo. En esta basílica, que había de convertirse en la iglesia de Santa Ana (siglo XII), san Juan Damasceno saludó a la Virgen niña: "Dios te salve, Probática, santuario divino de la Madre de Dios … ¡Dios te salve, María, dulcísima hija de Ana!". Aunque el Nuevo Testamento no reporta datos directos sobre la vida de la Virgen María, una tradición oriental veneró su nacimiento desde mediados del siglo V, ubicándolo en el sitio de la actual Basílica de "Santa Ana", en Jerusalén. La fiesta pasó a Roma en el siglo VII y fue apoyada por el Papa Sergio I. Su fecha de celebración no tiene un origen claro, pero motivó que la fiesta de "La Inmaculada Concepción" se celebrara el 8 de diciembre (9 meses antes). El Papa Pío X quitó esta celebración del grupo de las fiestas de precepto.
 
Las plegarias y las lágrimas de San Ana le merecieron, después de veinte años de esterilidad, la gloria de dar al mundo a la Bienaventurada Virgen María. He aquí la aurora mensajera del Sol de justicia: demonios, retiraos al infierno; ángeles, regocijaos: pronto los justos ocuparán los lugares abandonados por los ángeles rebeldes. Hombres, triunfad: María ha nacido para ser la Madre de Dios que será vuestro Hermano y vuestro Redentor. Almas santas que gemís en el limbo, consolaos: la puerta de vuestra prisi6n muy pronto será abierta por el Hijo de la que  acaba de nacer.
 
MEDITACIÓN
SOBRE LA NATIVIDAD DE MARÍA
I. Considera las mercedes con que Dios honra a María el día de su dichoso nacimiento. El Padre eterno, que la consideraba como Hija suya, le dio el nombre de María; la hizo Soberana del cielo y de la tierra, Reina de los ángeles y de los hombres. El Verbo eterno la eligi6 para ser su Madre; dióle a todos los hombres como hijos adoptivos, con pleno poder para acordar la gloria eterna a los que la sirvan fielmente. El Espíritu Santo colmó de gracias a su divina Esposa. Regocíjate con Maña por todos estos favores.

II. Maña responde a los beneficios del Señor con los sentimientos del más vivo agradecimiento. Dotada, desde su primer instante, del uso de razón, se sirve de ella para adorar al Padre eterno: se humilla a la vista del honor que el Verbo encarnado le hace al elegirla por Madre suya: ofrece su corazón por un acto de amor al Espíritu Santo, su divino Esposo. Haz tú, por lo menos hoy, lo que hizo Maña en el día de su Natividad. Adora al Padre eterno, humíllate delante de Jesús, da tu corazón al Espíritu Santo.

III. ¿Qué harás tú para honrar a Maña en el día de su Natividad? Respétala, porque es todopoderosa en el cielo y en la tierra. Ámala, porque es la Madre de Jesucristo, y la nuestra por adopción. Ten confianza en Ella, porque es la Madre de los predestinados. Sé su fiel y constante servidor, como fue Ella la constante y fiel Esposa del Espíritu Santo. Imita, durante tu vida, lo que Ella hizo el día de su nacimiento. En medio de las olas del siglo, debemos refugiarnos junto a María y regular nuestra vida según sus ejemplos. (San Epifanio).
La devoción a la Santísima Virgen
Orad por las congregaciones de la Santísima Virgen.


ORACIÓN

Dignaos, Señor, conceder a vuestros servidores el don de la gracia celestial, a fin de que la solemnidad del N Santos, septiembre acimiento de la Virgen Bienaventurada, cuyo alumbramiento ha sido para nosotros el principio de la Salvaci6n, nos obtenga un acrecentamiento de paz. Por J. C. N. S. Amén.

7 de septiembre de 2012

Entrevista al R.P. José Pablo de Jesús Tamayo Rodríguez, o.c.e


Excelente entrevista de nuestros amigos de Una Voce Cuba




Entrevista a un sacerdote fascinado con la Misa de siempre.
José Pablo de Jesús Tamayo Rodríguez, o.c.e.: Sacerdote católico de la Arquidiócesis de San José de Costa Rica. Ordenado el 24 de Enero de 1979,  desde hace 30 años Superior de Opus Cordis Eucharistici; Asociación Pública de Fieles católicos de derecho diocesano,  en vías a ser Instituto Secular, al presente capellán de Una Voce Costa Rica.
Accede a una entrevista de la Revista Una Voce Informa, con motivo de su estancia en Cuba, entre los fieles de Una Voce.

Buenas, tardes… sea bienvenido…
 -Muy buenas tardes para todos.  Muchas gracias por invitarme por un lado a esta visita a Cuba, así como también a esta entrevista, que concedo con ánimo de servir desde esta Revista que tanto bien puede hacer a nivel de toda la Iglesia.

1.- Padre, Summorum Pontificum…  ¿Un problema o una riqueza?
Evidentemente… una riqueza, lejos está de ser un problema.  Para poder explicar mi respuesta a esta pregunta, ante todo quisiera decir, que desde que me ordené de sacerdote uno de mis mayores intereses e intenciones ha sido celebrar la Liturgia con sumo respecto y cuidado, consciente de que el sacerdote es un ministro de Cristo y  por tanto la celebración eucarística es un acto de Dios. Desde aquel 7 de Julio del 2007, el mismo día que el Papa publicó el Motu Proprio Summorum Pontificum inmediatamente lo obtuve y me adherí por completo a él, con la seguridad que era un tesoro inmenso para toda la Iglesia.  El Santo Padre por medio de Summorum Pontificum ha venido a
facilitarnos un instrumento apto y sumamente válido, para profundizar en la riqueza del Misterio Eucarístico. Dada su importancia litúrgica, doctrinal e incluso pastoral mi aplicación al mismo ha sido progresiva, hasta el punto que en la actualidad –en la libertad que el Papa nos ha regalado a los sacerdote y a petición de los fieles he
decidido desde hace meses celebrar en exclusiva el Santo Sacrificio de la Misa  según la Forma Extraordinaria, respetando la validez de la Forma Ordinaria, celebrada de acuerdo a las rúbricas.  Lejos de ser un problema Summorum Pontificum es un magnifico instrumento, no solo para defender sino también para promover las tres fuentes de la revelación divina: Palabra de Dios, Magisterio de la Iglesia y Tradición Católica.  Esta última nos permite vivir la experiencia del acto de Dios Creador, Salvador y Santificador del ser humano.

2.- ¿Para usted, qué importancia tiene la “reforma de la reforma”?
He pensado mucho en esa expresión, llegando a la conclusión de que S.S. Benedicto XVI, no ha pretendido en ningún momento reformar sino que más bien, siguiendo las mociones del Espíritu Santo, está tratando de renovar  -no innovar- repito: ¡renovar! la liturgia, devolviéndonos la Misa de siempre que nos fue quitada engañándonos con la idea de que estaba prohibida.  Entendamos el verdadero sentido etimológico del verbo renovar: ¡volver a las fuentes!.  Y la fuente primordial de la liturgia católica es Dios mismo como fuente, centro y cumbre de la liturgia y vida de la Iglesia, que se mantiene muy especialmente en la Tradición.

3.- ¿Se considera, usted,  parte de la generación Benedicto?
No, no me considero de la generación Benedicto, ni es su intención que le sigamos a él, sino que con Su Santidad Benedicto XVI, me considero de la única y eterna generación eclesial que tiene su principio, centro y cumbre en Cristo Nuestro Señor, verdadera y perpetuamente presente en la Sagrada Eucaristía, en la cual renueva, no sólo recuerda, su Sacrificio Redentor en la Cruz.

4.- ¿Qué beneficios ha recibido, usted, de parte de la Liturgia Tradicional?
Desearía referirme  a algunos de estos beneficios en cuatro ámbitos:
            -Como sacerdote: He descubierto con mayor profundidad que el sacerdote, tanto en la liturgia como en la vida diaria, ha de ser víctima en Cristo: Víctima Perpetua y perfecta por la Eucaristía.
            -Como Superior de comunidad: Todos los miembros de nuestro Instituto Opus Cordis Eucharistici están experimentando no sólo la presencia real de Cristo en la Eucaristía de una manera más sobre abundantemente, sino también su propia inserción en Cristo y su entrega sacrificial, lo que nos ha traído una vivencia más profunda de
nuestro carisma como Instituto Secular.
            -Como Iglesia: Hemos experimentado que la celebración de la Misa Tridentina le concede a la Iglesia una auténtica renovación de su vitalidad y de su poder en el Espíritu Santo, para renovarse y ser testigo de Cristo en el mundo.
            -Como cristiano: considero que la celebración de la Misa en su Forma Extraordinaria es camino para la solución de toda la problemática que vive la sociedad actual, centrándonos en Cristo Dios y Rey y no en el hombre.

5.- ¿Tiene miedo a la persecución que desata la opción en exclusiva o preferencial a favor de la Misa Tridentina?
Mi respuesta inmediata es: ¡No! Porque gracias al Señor, y exclusivamente por sus méritos esa persecución la he venido viviendo ya desde hace mucho tiempo aun celebrando en el Novus Ordo, por mantenerme fiel a la Doctrina Católica. Más ahora, habiendo experimentado lo precioso, lo fuerte, lo sublime de la Forma Extraordinaria o Tridentina ya he tomado la opción por continuar el resto de mi vida en el “usus antiquior,” tanto para la Celebración Eucarística como para el Oficio Divino. Y también lo haré paulatinamente para el resto de los Sacramentos y estoy seguro que muy
posiblemente la persecución arrecie, pero continúo escondido en el Corazón de Jesús y en el seno de la Santa Madre Iglesia protegido por el Manto maternal de la Santísima Virgen María donde nada me puede dañar. Ellos mismos me ayudarán a conservar, guardar y promover este tesoro que desde hace miles de años Él concedió a su Iglesia.

6.- ¿Cómo lo ven el resto de los sacerdotes del Presbiterio?
En la experiencia que he tenido, considero que los demás sacerdotes del Presbiterio me ve con aprecio, me comprenden y hasta creo que internamente muchos de ellos desearían imitar estas acciones, -adherirse a la Tradición- pero reciben muchas presiones que les obstaculizan el lanzarse a esta experiencia, -repito- sublime. Son muy
pocos los sacerdotes que me adversan.  Además, el daño no me lo hacen a mí, sino a la Iglesia, y esto es lo más lamentable.

7.- ¿Qué experimenta al celebrar el Santo Sacrificio de la Misa según la edición del Misal Romano de 1962?
Debo reconocer el amor infinito de Dios, hacia todos sus sacerdotes, porque aun oficiando en el Novus Ordo, siempre que celebro la Eucaristía he experimentado muchísimos dones del Señor, pero estoy obligado de manera imperiosa a manifestar con gozo que esta experiencia ha aumentado grandemente, desde que comencé a celebrar ya
hace prácticamente 5 meses en la forma Extraordinaria del Rito Romano. Menciono rápidamente algunas de esas experiencias: Reconocimiento de la grandeza de Dios y nuestra nada, que nos lleva a la tan necesaria adoración de Dios Uno y Trino. Fortaleza de Dios que le impulsa a uno a vivir cada día con mayor fidelidad.  Participación viva en el Sacrificio Redentor de Cristo que nos permite imitar en algún grado a la Santísima Virgen María en su papel de corredentora. Mejor servicio de mi parte a la Iglesia y a cada Fiel que participa.

8.- ¿Encuentra un progreso espiritual superior en las almas de los fieles adherentes a la liturgia pre conciliar?
En la experiencia que he tenido con los miembros de nuestra Obra y muy recientemente con los miembros de Una Voce Costa Rica y Una Voce Cuba, puedo afirmar sin temor a equivocarme y muy sinceramente que sí.  He visto en estos fieles un mayor crecimiento espiritual así como un impulso apostólico auténtico en cada uno de ellos.

9.-  ¿Cómo es la acogida por parte de los jóvenes?
Es muy diciente precisamente, que los jóvenes que se acercan a la Liturgia Tradicional poseen una mayor apertura a Cristo y su mensaje. Los jóvenes por la forma que viven hoy día en el mundo, no encuentran ideales nobles que les satisfagan, al tiempo de carecer de verdaderos y reales motivos para hacer de sus vidas una gran empresa, y cuando comienzan a asistir a la Misa Tridentina, he aquí que ocurre el milagro por medio del cual la sobrenaturalidad del acto sagrado les posee y llena de Dios, concediéndoles toda gracia, fuerza y valor, no sólo para ser hombres de bien y orientar sus vidas temporalmente, sino para ser testigos de Cristo.  Ellos tienen sed de cosas sagradas, aun sin poder definirlo, y a Cristo se le encuentra muy fácilmente, con veracidad, en la Misa de siempre. Allí el sacerdote no se contenta con hablarles de Cristo, sino que les introduce por medio del silencio, la contemplación, los signos y gestos y de la vivencia sacrificial, tan expresiva y manifiesta en la Forma Extraordinaria,  en el encuentro vivo con Cristo haciendo que el alma de estos muchachos se abra y responda con generosidad, siendo así mismo la fuente de inagotables, generosas y valientes vocaciones.

10.- ¿Qué consejo daría a los que temen acercarse a la Tradición Católica?
Acudo a la autoridad del Apóstol San Pablo que nos dice en su carta a los Tesalonicenses: “No apaguéis al Espíritu.  No despreciéis las profecías.  Probadlo todo y quedaos con lo bueno.  Absteneos hasta de la apariencia de mal”- (I Tes. 5: 19-22). Amen a Cristo que les espera en el Altar del Sacrificio. También nos dice el Apóstol San Juan: “En el amor no hay temor, pues el amor perfecto desecha el temor; porque
el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor” (I Jn. 4: 18). Claro aun hay mucha ignorancia en este tema.  Es necesario que tanto los Sacerdotes como los Laicos con humildad se formen amplia y profundamente tanto en Historia de la Iglesia, como en Liturgia, Música y Arte Sagrado.

11.-  ¿Es la Misa Tradicional una fuente extraordinaria y perenne de gracias?
Dice Nuestro Señor Jesucristo: “Por  sus frutos los conoceréis”. (Mateo 7: 16 y 20)  No es palabra ni promesa mía, sino de Nuestro Señor Jesucristo.  Y la Santa Misa en las dos formas, pero sobre todo en la Extraordinaria es vivir el Sacrificio Supremo de Nuestro Señor, que es el único aceptado por Dios para la redención y santificación del ser humano. Acérquense, vívanlo y vean. Quienes lean esta entrevista podrán sacar sus propias conclusiones.

12.-  ¿De dónde brota entonces un odio tan visceral a la Misa Tridentina?
Este odio a la Misa Tridentina brota directamente del seno del infierno. Quien se opone a la Misa de siempre, ¿será católico sincero?..., y lejos está del amor de Jesucristo Sacramentado, Dios y Rey del Universo.

13.-  ¿Por qué un Novus Ordo? ¿Había necesidad de él? ¿Cuál fue la real intención de los Padres Conciliares?
En este tema hay mucha confusión y más que todo desinformación… claro, todo muy convenientemente instrumentalizado. Me explico: Habiendo leído los documentos Conciliares, especialmente Sacrosanctum Concilium y otros post conciliares, especialmente del Sumo Pontífice actual, no es difícil llegar al convencimiento de que la
intención y el deseo de la inmensa mayoría de los Padres Conciliares, nunca fue de una reforma o de innovaciones  en la liturgia, sino fue un deseo profundo de una auténtica renovación en continuidad con lo que ya habían implementado muchos Pontífices como San Pío V, San Pío X y Pío XII, en la línea de la Tradición Milenaria de la Iglesia, que es lo que Benedicto XVI ha denominado la hermenéutica de la continuidad.  Por ello, concluyo que la implementación de un Novus Ordo, no era ni necesaria, ni conveniente y nada más alejado de la voluntad de los Padres Conciliares, contrario a lo que se nos ha hecho creer precisamente por “los reformadores”, quienes lo único que hicieron fue seguir sus propios deseos, en abierta ruptura con la Tradición y el verdadero
espíritu del Concilio Vaticano II, que se encuentra en el mismo y no necesariamente en la actividad seudo-eclesial que podemos calificar de postconciliar.

14.-  ¿Responde la Misa moderna a un intento de protestantización del Catolicismo?
No lo diría yo, sino que se nos han adelantado los Eminentísimos Srs. Cardenales Bacchi y Otavianni.  La influencia del protestantismo, está en la raíz de las innovaciones, teniendo como principal causa un ecumenismo mal entendido.  Pienso que el protestantismo más bien ha sido, al igual que muchos sectores católicos, víctima de la masonería, y así no es el principal causante de lo anterior. El rompimiento de la
hermenéutica de la continuidad considero que debemos encontrarlo en la infiltración masónica en los diferentes niveles de la Iglesia y la aplicación del ideario resultante de la revolución francesa, que se han personalizado tanto en el comunismo como en la mal llamada teología de la liberación, que la identifico más como “sociología de la liberación”, y que han ocasionado en todo el mundo la corriente de materialismo y de relativismo, fuerte y claramente denunciados por S.S. Benedicto XVI.

15.- ¿Es difícil comprender cómo  una inmensa mayoría de los santos de la Iglesia Católica se santifican con esta Misa Tridentina?
No creo que sea difícil comprobar que ha sido la Misa Tridentina fuente de santificación para millones de almas a través de los siglos. Me remito a la afirmación de Nuestro Señor Jesucristo que ya he citado anteriormente en el Evangelio: “Por sus frutos los conoceréis.” (Mt. 7: 16 y 20).  Como fruto de la Misa, los santos amaron a Dios y al
prójimo, lo que les capacitó a realizar monumentales obras de espiritualidad, de apostolado, de impulso para la fe católica… Hoy en día, la crisis de fe, de vocaciones sacerdotales, la falta de moral privada y pública, de respeto a la misma dignidad del ser humano redimido en Cristo, la falta del sentido trascendente de la vida en muchas personas, la corrupción de gobernantes que son pero no viven como católicos… tiene su origen en la ausencia de la piedad y sacralidad que en grado superlativo posee el rito romano en su Forma Extraordinaria.

16.-  ¿Dejaría usted de decir la Misa de siempre?
No, y mil veces no, no existe poder humano que me obligaría a ello, sólo Su Santidad el Papa me persuadiría de ello y estoy convencido que eso no lo haría nunca el Papa, por el contrario allí está Summorum Pontificum.  En mi vivencia personal, mi actitud la refiero y me remito al Evangelio del tesoro escondido en el Campo (Cf. Mateo 13:44). Yo lo he vendido todo para comprarle.

17.-  ¿Qué consejos ofrecería usted a los fieles y sacerdotes que aún desconocen el Rito Romano en su Forma Extraordinaria?
A todos nuestros hermanos en la fe, tanto consagrados como laicos, les invito de todo corazón a poner en práctica aquel consejo de Nuestro Señor Jesucristo: “Rema mar adentro y echad vuestras redes para pescar” (Lucas 5: 4)  Estúdienlo, analícenlo, conózcanlo, vívanlo en profundidad y no por las apariencias. Este es el fruto de lo que les transmito en estas líneas como mi experiencia personal. Vale la pena, porque es Dios que nos envuelve y sumerge en su misterio de salvación y de plenitud.  ¡No tengan miedo!   Dios no hace mal a nadie, es imposible que la Misa pueda traer consigo algún mal, porque aquí hablamos de la Santa Misa, acto salvífico y santificante de Dios y no de actos humanos, sociales, ni de otra cosa.

18.-  ¿Qué opinión merecen para usted  las relaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X?
Teniendo en cuenta una opinión expresada tanto por el Beato Juan Pablo II, como por el entonces Eminentísimo Cardenal Ratzinger en el sentido de que debía respetarse el deseo de muchos católicos de mantenerse fieles a la Tradición Litúrgica de la Iglesia, así como la opinión más reciente de Mons. Nicola Bux, en el sentido de que la plena comunión de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X con Roma sería una gran
colaboración en el proceso de una autentica renovación doctrinal y litúrgica para toda la Iglesia, mi opinión personal fundamentada también en el análisis personal de todo lo que ha sucedido en estos campos de doctrina y liturgia, especialmente en los últimos 30 años, es que ciertamente el acercamiento y la muy posible y deseada firma de un acuerdo canónico, será de una gran bendición para toda la Iglesia.

19.-  ¿Qué agradecería usted, en particular, al Santo Padre Benedicto XVI?
El Papa está conduciendo a la Iglesia con la pedagogía del Espíritu por aguas más tranquilas y seguras: esto lo traduzco en que estamos viviendo una auténtica renovación litúrgica, espiritual, doctrinal, moral de la Iglesia Católica.  Tuve la oportunidad de conocer personalmente al Cardenal Ratzinger cuando era Presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y a partir de entonces le he seguido continuamente, más ahora como Sumo Pontífice, lo que me ha beneficiado profundamente, contagiándome de su amor y centralidad en Cristo, su amor profundo a la Iglesia, y su entrañable y admirable fidelidad a la doctrina católica. Y por supuesto, el que nos haya dado el Motuo Proprio Summorum Pontificum como fruto de todo lo que acabo de mencionar.

20.- ¿Cuál es su compromiso con las almas y la Iglesia? ¿Qué ha significado para usted el trato con el Movimiento Una Voce?
Sintetizo mi compromiso sacerdotal diciendo que en fidelidad a la Iglesia mi vida entera es para realizar la Gloria de Dios Uno y Trino sirviendo al mismo tiempo a la santificación de las almas, y ello desde lo que en nuestro Instituto llamamos el “Kérygma Litúrgico – Eucarístico”.  Ello me ha permitido descubrir una gran coincidencia entre Una Voce y Opus Cordis Eucharistici. Desde el inicio de mi relación con Una Voce he descubierto la capacidad de amor de Dios que tienen sus Miembros. Son católicos –gracias al Señor- que con sinceridad buscan y tratan de ser fieles al Depósito de la Fe, que Dios le ha encomendado a la Santa Madre Iglesia, quienes desean ardientemente vivir la liturgia de la mejor forma que Dios le ha revelado. Además debo agradecer a Una Voce en lo personal el que haya sido el instrumento de Dios para terminar de impulsarme a vivir el gran tesoro que es la Liturgia de siempre, y en lo institucional que nos ha permitido confirmar y fortalecer la validez y la necesidad de cumplir los objetivos que desde hace años tiene nuestro Instituto.  Y me permito invitar a que muchas almas se vinculen a estas dos Obras de Iglesia, puesto que allí pueden encontrar un espacio adecuado donde alcanzar su santificación personal así como su inserción en un campo de apostolado tan importante y vital como es la Sagrada Liturgia. El Señor les bendiga a todos, permitiéndoles vivir frecuentemente su Sacrificio Eucarístico, transformándoles en “Hostias vivas, santas y gratas a Dios”, en compañía y a imitación de María Santísima, de San José, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos y Santas, en el cumplimiento de la Santísima “Voluntad de Dios, buena, grata y perfecta”  (cf. Romanos 12: 1 y 2).

Entrevistadores: Daniel Arturo Varga de La Mata y Javier Luis Candelario Diéguez Revista Una Voce Informa. Revista Mes de septiembre/2012.

In memoriam.




A los 94 años falleció el ilustre filósofo de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), Rubén Calderón Bouchet. A lo largo de su vida tuvo dos grandes intereses, la Filosofía Medieval y la Filosofía de la Historia. 
Nació en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires el 1º de enero de 1918. Hizo sus primeros estudios en esa ciudad y una vez terminado el bachillerato arribo a Mendoza en marzo de 1944, donde se inscribió como alumno en la Facultad de Filosofía y Letras. 
Dictó clases de Filosofía en colegios secundarios y en 1976 ingresó como profesor titular de “Historia de la Filosofía Medieval” y por extensión de la cátedra de “Filosofía de la Historia” en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo. 
En 1983 se lo nombró profesor emérito de la UNCuyo y estuvo a cargo de las carreras de Ética. Hasta 1994 estuvo dictando cursos de especialización y perfeccionamiento docente en el Departamento de Graduados, que en ese entonces era un posgrado. 
Realizó numerosas publicaciones de libros en importantes editoriales de la Argentina y colaboró en varias revistas que sustentaban el ideario tradicionalista al que adhería. Además fue ilustre miembro de la Hermandad Tradicionalista Carlos VII, a la que hornraba siendo su Presidente Honorario. Como destacado filósofo mendocino contrarrevolucionario, fue nombrado por S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, Caballero de la orden de la Legitimidad Proscrita.
Gran pensador y escritor católico, fiel a la Tradición, fiel a la Verdad, por lo cual, recibió una buena dosis de persecuciones. Roguemos por su alma y el consuelo cristiano de su familia.

Requiem æterna dona ei Domine et lux perpetua luceat ei.

In memoriam

El primer día de este año 2009, cumplió 91 años Don Rubén Calderón Bouchet. Estamos seguros de que él no nos perdonaría una celebración con sabor a obituario, ni un ditirambo de esos que habitan los pergaminos, ni tampoco la solemnidad de los intelectuales descafeinados. Casi diríamos que tampoco nos perdonaría la ausencia de alguna palabrota feroz en el discurso o, por lo menos, de algún retruécano de esos que supieron hilvanar en vida Gracián y Quevedo.
Envasado a lo paisano —no a lo gauchudo, como él mismo supo distinguir— Don Rubén disfruta con el evangélico sí, sí; no, no, que sin necesidad de Jerónimos y de Vulgatas, ha traducido siempre como el noble arte de proferir la Verdad y de mandar al carajo a los mentirosos. No es casual que el festejo, lejos de enmarcarse en el territorio anaftalinado de alguna Academia á la page, haya transcurrido en una suculenta bodega mendocina, donde se sabe empíricamente que in vino veritas, sin traducción postconciliar a lenguas vernáculas.
Si algo concuerda con el magisterio fecundo de Don Rubén es la juntura de tres palabras: la luz que todo lo enciende y fulgura porque tiene su origen en la única Luz de Luz, como se rezó para siempre en Nicea. El ágape, que trae las reminiscencias más nobles de la helenidad, pero el fruto más alto del banquete católico. Y la cordialidad, que de corazón procede, y que el Corazón de Jesús tiene por última fuente, tal como lo enseñó Pío XII en la “Haurietis Aquas”. Una vida entregada al albor, a los amores esenciales y sustantivos, al mester de corazonadas: ¿qué más y qué mejor oficio se puede pedir?
Don Rubén escribió una pila de libros. Y como decía Ernesto Palacio, al no haber sido lo suficientemente aburridos como para llamar la atención de la intelligentzia, tuvieron todos ellos un mejor destino que el bestsellerato. Han sido y son lectura y relectura permanente de todos quienes buscan el Bien. El Bien en la Historia, la Política, la Filosofía, las Letras, la Fe.
Mérito enorme su ciencia, su sabiduría universal, su capacidad pugnativa, su desciframiento del pasado y del presente, su estilo inmejorable de quien recibió el talento para fablar alegre y preciso a la vez. Mérito grande el de su lucidez y coraje, reunidos en una estampa afable y afectuosa, como sólo supieron tener genuinamente en esta tierra los criollos sin dobleces y sin trampas. Mérito mayor, tal vez, ese don para mantenerse semper idem; sin cambiar de cabalgadura ni de camino, ni de faro ni de navío, ni de misa ni de mesa, ni de Patria y de Dios.
La sordera lo preservó de escuchar a los politicos, y la distancia de ver personalmente a tanto malparido. Entre nostalgioso y aún bizarro para nadarse unos cuantos metros y escaparle a la artrosis, un día de éstos —con la misma naturalidad con que hoy se levanta y se empapa de sol cuyano y de nietos— se nos irá para siempre. Al galope corto, señor de las riendas, con dos lagrimones que se le escapan de la cara, como a Fierro, cuando miró las últimas poblaciones.
Pero por ahora, Don Rubén, no se muera nunca. Su bien llevada longevidad es una de las pocas victorias que tenemos los nacionalistas.

Antonio Caponnetto, nota publicada el 2 de Enero de 2009.